Cuando hablamos de las faldas midi nos debemos de remontar a los años 70 cuando se lanzaba una falda que combinaba ciertas características de la mini falda y otras de la maxi falda, y que se llevaba con botas hasta el área de la rodilla. Pese a que no fue un estilo muy popular en la época, diez años después, el largo se terminó por convertir en un clásico para faldas y vestidos.
Esta tendencia de las midi ajustadas que ya empezamos a ver en las tiendas como por ejemplo Zara, es una muy buena elección para dejar atrás la etiqueta “súper sensual”, o bien suavizarla, mediante una definición de curvas de cintura para abajo.
Asimismo se pueden combinar con tops holgados que no sobrepasen la zona de la cadera, con top crop y con unos zapatos contundentes en lo que a la forma y al contraste se refiere.
Para aquellas chicas que no tienen una gran altura, la mejor opción es no excederse del área de la cadera y marcar mucho más la cintura. Cabe agregar que las midi faldas son prendas complejas que surgen a raíz del concepto de mini falda, haciendo referencia de los beneficios de comodidad y sensualidad que otorgan al mismo tiempo.
Una falda midi puede tener un poco de textura y volumen, pero no tiene que quedar nunca sobre la rodilla, puesto que este tipo de faldas en concreto se llevan por debajo de la rodilla.
Aquí os dejo un poco de inspiración…
¿Qué os parece este tipo de falda? A mi me encanta…
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Muy bonitas, aunque creo que favorecen más con piernas muy delgadas, no?